Uno ve las fotos de las ministras pijas con el puño en alto cantando la Internacional en Rodiezmo y las de los niños pijos de Pozuelo apedreando a los policías y no sabe si hemos vuelto al 68 o estamos ya en el 69.
Los hijos de los que protestaban entonces ocupan el poder y los que mandan ahora prefieren que los jóvenes se intoxiquen en botellones a que les hagan manifestaciones de protesta por la mierda de educación que les han dado y el asqueroso futuro que les han organizado.
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