Los funcionarios de Medio Ambiente de este país son peligrosos: en 2007 decidieron acabar con la plaga de topillos que invadió Castilla-León, y acabaron con ellos... y con las liebres.
Por causas parecidas hemos visto desaparecer los cangrejos autóctonos en el Alto Guadiana (Lagunas de Ruidera y Tablas de Daimiel). También hemos visto proliferar otras especies por medidas excesivamente proteccionistas.
Toman decisiones sin evaluar suficientemente las consecuencias.
Ya veremos que consecuencias socioeconómicas tiene la consecución del objetivo de recuperar a toda costa los niveles hídricos del Acuifero 23.
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